En nuestro supermercado podrás encontrar vino blanco en distintos formatos como caja o botellón y distintas cepas como Sauvignon, Chardonnay, dulce, entre otros.
Según fuentes oficiales, el vino blanco lleva consumiéndose hace más de 2.500 años, cuando los antepasados descubrieron otras formas de utilizar y fermentar la uva. A diferencia de otras preparaciones, el vino blanco proviene de la uva blanca o tinta sin piel.
En los últimos siglos los viñedos se han expandido por gran parte del mundo. El cultivo de uva blanca es más sencillo que el de la uva utilizada para el vino tinto, ya que la primera puede crecer en lugares con temperaturas más bajas. Gracias a estas características, una de las zonas geográficas con mayor cantidad de viñedos es Francia, después le sigue Italia y en tercer lugar España.
Existen diferentes tipos de vino blanco según la variedad de la uva. Los secos se caracterizan por la mínima cantidad de azúcar en su cuerpo, lo que lo hace más ácido y con el alcohol más perceptible. En cambio, cuando el vino tiene mayor cantidad de azúcar residual, se habla de un vino dulce, semi dulce o semi seco, dependiendo de la concentración del mismo, lo que lo hace más frutal y aromático.
Recuerda que este producto se debe consumir con responsabilidad. Sin embargo, algunos estudios sugieren que puede ayudar a aumentar el colesterol bueno (HDL) y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Además algunos componentes pueden contribuir a la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que mejora la circulación y reduce la presión arterial.